miércoles, 11 de mayo de 2011

ENSAYO

LA OBJETIVIDAD ES INOFENSIVA


Hace poco tuve la oportunidad de leer “La tregua” de Mario Benedetti y en una de sus páginas me topé con un personaje con el que me sentí identificada, en cuanto a su preocupación por el país, su generación y sus deseos de hacer algo rebelde y renovador , que es como me siento cada vez que en nuestro país, en mi familia o en mi entorno laboral, me veo avocada a ser pasiva ante un episodio de violencia o injusticia, todo por un malsano respeto a mis superiores o por el pensar para hablar o actuar, o mas bien Objetividad Inofensiva que como las aguas pasadas no mueven un molino.

Para nadie es un secreto que Colombia ha tenido a lo largo de su historia una extensa y variada gama de violencia, desde su colonización y conquista por parte de los españoles, seguida de las guerras civiles, de la llamada época de la violencia (la que nos ocupa) y, a los conflictos actuales de múltiples actores armados, de los cuales todos hemos sido fieles testigos cuadrapléjicos, incapaces de mover un solo músculo para levantar la voz y expresar su inconformismo, y lo mas frustrante es que esta cuadraplejia, es solo ante la injusticia social, el dolor y la necesidad del hermano, por que eso si, para la corrupción y para sacar tajada de todo lo que se pueda, ¡para eso si somos los mas intrépidos!, hasta para votar por los “gobernantes, Nuestros Gobernantes”, que mas que gobernantes parecen y se comportan como nuestros mejores enemigos y ante esto que se puede decir y pensar, solo que somos unos amnésicos y cuadraplejicos temporales y a conveniencia, pues somos incapaces de actuar cuando conviene y olvidamos los fraudes, negligencias e ineptitudes de los lideres que nosotros llevamos al poder para luego quejarnos y criticarlos.
Tal vez se pregunten por que traigo a colación lo anterior, o que tiene que ver con la película Cóndores no entierran todos los días, pero es que es inevitable no pensar en todo ello cuando se habla de época de violencia, o cuando recordamos personajes como León María Lozano un conservador igual que su padre que como gran conservador asistía todos los días al misa de las 6:00 A.M., solo Leia el periódico “El Siglo” y solo escuchaba la emisora “La Voz Católica”, con una vida normal hasta el 9 de abril de 1949, cuando matan a Gaitán, desde ahí nace “El Cóndor”. Que preparados para la revolución de los liberales, se reúnen todos los conservadores de Tulúa y de Cali, bien armados, comenzando así la revolución. Y Los liberales que querían cobrar venganza como fuera no lo lograron pues, todo les salio al revés, con el cambio de Gobernadores, Alcaldes y el Presidente, dejando todo al dominio de los conservadores y dando inicio a las matanzas de los liberales en Tulúa y como eran dueños hasta de la policía no los denunciaban ni les hacían nada, después de muchas matanzas se descubrió que el jefe del grupo, era nuestro conservador de misa diaria, que se convirtió en el mayor matón del país, formando grupos de sicarios, para matar todo liberal que se le cruzara y que se atreviera a pensar diferente, luego de asesinarlo lo dejaban tirado en las calles sin identificación, y era enterrado con el nombre NN, o los traían de otros pueblos para infundir miedo y “respeto” matando así a miles de liberales en todo el país, hasta a los que eran tibios conservadores y no pagaban las cuotas que exigían, y luego de tantos ires y venires y del hastío del pueblo cuando decidieron envenenarlo, aunque no lo lograron, hicieron que este se marchara y así cesar con este río de muerte.
Creo que estos antecesores e incluso descendientes nuestros, que a mi modo de ver en nada se diferencia de los ilustres líderes actuales, que son como los edredones costosos; de Doble faz, y no solo los líderes, esta condición ya parece genética en todos nosotros, que a veces como que reaccionamos en cadena, es decir justificamos nuestras barbaries con un suceso anterior como en la película, en esta historia basada en la vida real donde Tulúa jamás ha podido darse cuenta de cuando comenzó todo, y yo me atrevería a decir que todo Colombia y aunque ha tenido durante años la extraña sensación de que su martirio iba a terminar el 9 de abril de 1949, es cuando todo comienza, y hasta que no nos atrevamos a hacer lo que dice el personaje que mencione al principio de este ensayo “sintamos asco de nuestra propia pasividad, ese día seremos realmente útiles” y lo mas triste es que aun seguimos pensando igual, creemos que todo termina con la muerte de… o con la extradición de… ejemplo de ello Pablo Escobar, Raúl Reyes, el “Mono Jojoy”, Carlos Lehder , y los hermanos Orejuela, entre otros, y yo me sigo preguntando cuantos mas tienen que morir para que ¡todo termine!, tal vez todos, para que realmente estemos en la paz… del Señor.